La propuesta fue seleccionada en el marco de la 12ª convocatoria de los proyectos Mauricio López, coordinados por la Secretaría de Extensión y Vinculación de la UNCuyo. Consiste en la consolidación, materialización y apropiación del espacio público que posee el barrio René Favaloro, perteneciente a La Favorita.
El proyecto consiste en el desarrollo de un conjunto de talleres, que serán el insumo necesario para el diseño participativo, construcción y apropiación del “espacio público” por parte de la comunidad del barrio. El arquitecto Jorge Alberto Mitchell, profesor titular de la asignatura Vivienda de Interés Social (VIS) de la carrera de Arquitectura de la Facultad de Ingeniería, será el coordinador de la propuesta.
La asignatura de VIS (alumnos y docentes), será la responsable en desarrollar las actividades previstas en el proyecto. Los antecedentes de la propuesta tienen su origen en: “Nosotrxs, los que habitamos… dejamos huella”, proyecto de extensión Mauricio López 2018, que tuvo por objetivo el diseño participativo del Salón de Uso Comunitario (SUC) en el barrio.
La comunidad que tiene como destino la iniciativa está compuesta por distintas colectividades (procedentes de zonas caribeña, tropical y andina) que habitan en el barrio. Las mismas no encuentran un medio de expresión de su diversidad cultural y de modos de vida.
Al mismo tiempo que los unen las necesidades compartidas por todos los vecinos (energía, agua potable, infraestructuras, viviendas y trabajo digno), no encuentran un efectivo y eficiente espacio de participación y compromiso de las acciones comunitarias propuestas por la organización vecinal.
La relevancia del proyecto consiste en promover el “encuentro” entre las familias, su organización y las diferentes instituciones públicas y de la sociedad civil que intervienen en el barrio.
Este es el desafío, trabajar por un espacio que promueva el mayor protagonismo de la comunidad, para democratizar las decisiones en las actividades que los involucran. Que promueva la escucha, el diálogo, el encuentro en la diversidad de culturas y que favorezcan la convivencia.
Este tipo de iniciativas son un ejemplo del cambio en la forma de enseñar y aprender, y permiten la co-construcción entre docentes-estudiantes y comunidad.
Sobre "El espacio público es de todos y para todos"
El equipo del proyecto desarrollará su actividad específica a partir del concepto de la Producción Social del Hábitat y el Desarrollo Sustentable. Bajo este paradigma, se propone la participación activa de todos/as los actores de la iniciativa y vecinos/as del barrio. Se plantea el trabajo en equipo y la toma de decisiones por consenso, basada en información certera.
Las actividades propuestas son las siguientes: una serie de -como mínimo- cinco talleres de capacitación en aspectos ambientales para el diseño participativo de “El espacio público es de todos y para todos”.
Los talleres de Diseño participativo posibilitarán un espacio de trabajo entre la comunidad, el equipo del proyecto de extensión (integrado por docentes de la Facultad de Ingeniería, integrantes Instituto de Ambiente, Hábitat y Energía del CONICET y estudiantes), y el equipo técnico del Plan Hábitat de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza.
Todos abocados al diseño de los 3 espacios públicos de encuentro: La plazoleta de ingreso al barrio, el espacio verde (ahora destinado a contenedores de acopio de basura) y el espacio deportivo/recreativo.
Estos espacios públicos conforman una unidad en el conjunto urbano del barrio. Las temáticas estarán referidas al diseño sustentable de los espacios exteriores públicos, aplicando estrategias ambientales pertinentes al piedemonte mendocino: tipo de sellado de suelo en la circulación peatonal y vehicular; forestación y pergolados; cordón, cuneta, puentes y rampas; gavión; relocalización de contenedores de basura; configuración del espacio público; alumbrado público; vegetación de los espacios públicos; implantación del ‘hito fundacional del proyecto’ dando así continuidad con lo avanzado en el Mauricio López 2018 “Nosotros, los que habitamos… dejamos huella”.
Durante el proceso del proyecto se espera aprender del trabajo en equipo, la práctica participativa como forma de trabajo, el desarrollo de capacidades para el diálogo y el disenso, la promoción de la capacidad de escucha y tolerancia a la diversidad de opiniones, el trabajo integral con niños/as, jóvenes, mujeres y familias, un encuentro de saberes, desarrollo de procesos endógenos, promoción de los derechos ciudadanos al hábitat y a la ciudad, a decidir responsablemente, poner en valor el esfuerzo, el trabajo y la solidaridad, promover procesos de auto dependencia y la capacidad de resiliencia.