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Investigan la actualización del sistema de defensa aluvional del Gran Mendoza

Un grupo de investigadores de la Facultad procesa y analiza los riesgos actuales de este sistema, para definir lineamientos de mejora de las obras hidráulicas existentes. Además, el proyecto tendrá aplicaciones didácticas.

27 de noviembre de 2019, 14:14.

imagen Investigan la actualización del sistema de defensa aluvional del Gran Mendoza

Dique Papagayos (Foto: diario El Sol)

Mendoza posee condiciones climáticas y geomorfológicas que hacen que su ecosistema esté expuesto a riegos naturales de diferente envergadura. En el caso del riesgo aluvional, esto se debe a las grandes pendientes, lluvias estivales violentas y concentradas, escasa vegetación, suelos no consolidados, ríos secos que encauzan el agua de lluvia en dirección al área urbana, entre otros.

Dichos factores son los que generan el alto riesgo aluvional que acecha a la provincia. Por lo que estamos en presencia de una amenaza natural latente, que muchas veces pasa desapercibida para los mendocinos.

Además, también influye el factor humano, con la existencia de escasas políticas de control que ha provocado concentración acelerada de población y edificación en zonas no aptas para tal fin. Las cuales han sido recientemente contempladas en la Ley Nº 8.999/2017 que aprueba el Plan Provincial de Ordenamiento Territorial y que aún se encuentra en proceso de aplicación. 

El proyecto en detalle

El proyecto de investigación “Un aporte a la actualización de la ingeniería del sistema de defensa aluvional del Gran Mendoza” tiene como principal objetivo la sistematización de información existente sobre las actuales obras de defensa aluvional – diques, presas, entre otros -, para poder analizar y avanzar en la actualización de la reingeniería del mismo. Permitiendo así, a la luz de las nuevas herramientas tecnológicas, una concepción más integral y sustentable de las obras hidráulicas existentes en los municipios de Luján, Godoy Cruz, Ciudad y Las Heras.

“Si bien existen diversos estudios de riesgo que se hicieron en varias etapas, la mirada estaba puesta en los canales, una vez que el agua corría hacia lo urbano. La idea en este caso es determinar el riesgo de la estructura, de la presa, del canal, para ver cómo nos encontramos frente al sistema de defensa”, explicó la ingeniera Patricia Infante, Directora del proyecto.

Actualmente, dicho sistema de defensa del piedemonte y el Gran Mendoza -cuya función es ser almacenar agua y liberarla en forma controlada-, está formado por los diques San Isidro, Papagayos, Frías, Maure y el colector Blanco Encalada. Pero estudios recientes aseguran que tanto el Maure, Papagayos y Frías tienen una reducción de su capacidad original de 58%, 21% y 13% respectivamente.

La reducción no se debe a mal funcionamiento, sino a que estas obras fueron en su mayoría realizadas en la década del ’40, con técnicas que resultan obsoletas en la actualidad. A lo cual se suman otros factores incidentes, tales como la constante sedimentación y el avance de la urbanización en el piedemonte con su consecuente impermeabilización de los suelos, lo que provoca que el agua ya no infiltre de forma natural como antes.

Actualmente, el proyecto se encuentra en la etapa final de recolección y relevamiento de documentos.

El próximo paso consiste en la carga de esos datos a un sistema de información geográfica, lo cual se prevé será finalizado en los próximos 6 meses. La idea es, a futuro, permitir el libre acceso y carga de esos datos.

Su objetivo principal es plasmar todas aquellas investigaciones que se encuentran actualmente en distintos soportes, pero sin estar georreferenciadas, en un sistema de coordenadas común. Entonces, se generarían capas de información biofísica, socioeconómicas, de relieve, entre otras, organizando así una compatibilización entre los datos que permitirán trabajar en el mismo nivel de detalle.

Una vez finalizada la carga de datos, toda esa información procesada tendrá acceso libre y gratuito, sirviendo como material para la generación de lineamientos generales que funcionen de base para futuras políticas públicas, como criterios en los cuales establecer el desarrollo urbano del Gran Mendoza de manera planificada, ordenada y segura.

Aplicaciones sociales y didácticas

Debido a que algunos participantes del proyecto se desempeñan como profesores de la Facultad de Ingeniería, toda la investigación se implementará de forma didáctica en la carrera de Ingeniería Civil, para ser utilizada por estudiantes como documentación histórica. En base a esto, el Dr. Ing. Mario Salomón, a cargo de la asignatura “Planificación ambiental del recurso hídrico y del espacio físico”, expresó que “como tiene vinculación entre nuestras materias, sirve como enlace entre programas de estudio”.

Cabe destacar además que el proyecto es interdisciplinario. Por un lado, porque parte del equipo de investigación trabaja también en organismos de control (como la Dirección Provincial de Vialidad, el Departamento General de Irrigación, CONICET, entre otros), lo cual implica, además, una mirada de control y gestión. Y por el otro, se pretende sumar nuevos organismos: “Lo que pretendemos es interactuar con la Dirección de Hidráulica, la Agencia Provincial de Ordenamiento Territorial, los municipios y con distintos organismos de la provincia que estén abocados”, declaró Infante.

“Actualmente, no existe un código urbano, por lo tanto el proyecto coadyuva a rediseñar las directrices y parámetros desactualizados que están preparados para una urbanización de una provincia de 400.000 habitantes, cuando hoy en día es de un millón doscientos mil”, agregó la Ing. Sara Rodríguez.

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