Re-pensar la profesión de la Arquitectura

La idea original de llevar adelante esta Diplomatura, nace del convencimiento de que es necesario contar con espacios para repensar la profesión. Un espacio en el que se den a conocer ideas innovadoras, tendencias; un lugar donde se abra paso a la experimentación desde el rol de las personas arquitectas como ciudadanos activos, quienes con los conocimientos necesarios pueden ser parte de procesos colaborativos de diseño.

Generar propuestas llamativas que respondan al contexto en el que nacen, fue una de las premisas de quienes llevaron adelante las intervenciones. “Creemos que la arquitectura y el urbanismo deberían tener una postura crítico regionalista, o lo que otros autores llaman modernidad específica, ya que no hay un buen proyecto perdurable y sostenible si no existe una mirada crítica constructiva sobre el medio en el que se opera”, expresó la directora de la actividad de posgrado.

"Habitar el medio en el que vivimos todos los días implica prestarle atención a cada barrio y comuna, poniendo la atención en su revalorización a través de propuestas que favorezcan la interacción, el encuentro y el intercambio de sus habitantes. Esto no es posible si no existen procesos de coparticipación donde los ciudadanos puedan solicitar que sus derechos sean tenidos en cuenta, y al mismo tiempo donde ejerzan su responsabilidad y obligación de formar parte de una comunidad” declaró Magdalena. 

Además, agregó que “Es fundamental que aquellos que hacemos ciudad reflexionemos, estudiemos y cuestionemos constantemente nuestras decisiones, porque su impacto en la vida de las personas es trascendente y conlleva una gran responsabilidad social, económica y cultural”.

 

El juego como eje articulador

Con estas reflexiones como base quienes cursan la diplomatura tuvieron la oportunidad de experimentar propuestas que tuvieran al juego como eje principal. “Nos parece una herramienta fundamental para proponer interacción y participación, y una oportunidad para innovar desde acciones lúdicas para niños y adultos” expresó el Mgtr. Arq. Facundo, integrante del comité académico del posgrado.

Con los aportes de Aldo Van Eyck, Isamu Noguchi, Francesco Tonucci y otros teóricos, los y las estudiantes vislumbraron que es crucial hacer que la niñez se sienta parte del lugar que habita. Facundo y Magdalena recalcaron la importancia de Aldo van Eyck: un ferviente defensor de hacer participar a la niñez en las ciudades europeas de posguerra.

“La ciudad ha abandonado su identidad. Se ha convertido en una espectadora en lugar de participante, un alma aislada entre millones de almas aisladas. Pero el niño se retira de esta paradoja, en contra de todas las probabilidades” Aldo Van Eyck.

El espacio público como un lugar de responsabilidad, intereses y conflictos

Si se quisieran llevar  a cabo nuevas instalaciones en otros espacios públicos de la provincia sería posible. Lugares de tránsito común como plazas son ideales para dar a conocer ideas de reapropiación de lo que es de todos: claro que antes es preciso tener el aval municipal, como expresó Magdalena: “Para poder llevar a cabo estas acciones efímeras en espacios públicos es necesario solicitar permiso a cada municipio y seguir su proceso administrativo correspondiente. En general todas las instituciones están abiertas a este tipo de propuestas y abrazan esas oportunidades apoyándolas”.

Según la arquitecta: “el espacio público se define como todo aquel lugar de uso público accesible y de disfrute para toda la población sin coste alguno”. Claro que esta definición se complejiza a medida que entendemos que el espacio público es un lugar donde confluyen intereses y conflictos. Magdalena agregó: “Su carácter público conlleva una inmensa responsabilidad colectiva e individual, aquello de todos debe ser cuidado por todos, y el respeto por el otro se vuelve fundamental para que el espacio público sea apto. Cada comuna establece sus reglas de acción y uso que permiten una convivencia armónica y favorable para la sociedad”.

Las ciudades son grandes lienzos donde se expresan las sociedades. Las acciones de arte urbano espontáneas como graffitis, carteles y esténcils son importantes aportes en el espacio público, pueden cumplir con las normas establecidas o a veces transgredirlas.  A veces hay un mensaje detrás o una protesta que se está manifestando. Diferente es el vandalismo, que destruye y transgrede sin sentido y sin respeto por el otro.

Modificar el espacio público a través del arte

Otro de los ejes de la diplomatura se focaliza en Arte y Cultura Urbana. "Lo que nosotros hemos hecho en el espacio público de la facultad son intervenciones efímeras desde nuestras miradas de arquitectos y diseñadores industriales, pero sería maravilloso contar con otros aportes para enriquecer las propuestas" dijo Facundo.

Respecto a las ventajas de pensar al arte y su capacidad de intervención, el arquitecto expresó: “El arte busca comunicar y lo hace de manera muy efectiva. Quizás la diferencia entre el arte tradicional que se nutre en sí mismo y un arte social, en el cual se enmarcan las acciones que deseamos llevar a cabo, es que busca solucionar o mostrar caminos posibles para problemas concretos”.

Aunque el arte encierra en sí un gran potencial para intervenir el espacio público, las posibilidades no se agotan en ese campo.

Hay tantos tipos de intervenciones posibles como mentes dispuestas a proponer y experimentar en esta escala urbana.

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