Desde hace unos cuantos años, viene instalándose el concepto de una “casa inteligente”, pero ¿cuáles son los desafíos y beneficios de automatizar el hogar? En Unidiversidad dialogaron con Emilio Piñeiro, director de la carrera de Arquitectura de la Facultad de Ingeniería de la UNCUYO, quien comentó cómo es el desarrollo de estos dispositivos y qué se debe tener en cuenta a la hora de pensar en ellos.
“Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de construir una ‘casa inteligente’ es plantearse un proyecto inteligente, más allá del tipo de conectividad y software que queramos agregar. Mucho tiene que ver el tipo de diseño que se va a implementar en la casa o el edificio para lograr una mayor eficiencia y comodidad”, afirmó Piñeiro.
Para el director de la carrera de Arquitectura, la primera condición es el diseño inteligente de las casas para recurrir lo menos posible a los factores externos, como la conectividad, la calefacción, el aire acondicionado, etcétera. “Esto quiere decir, que las casas tienen que estar correctamente orientadas, que estén aisladas correctamente de las temperaturas (tanto en verano como en invierno) y que tengan buena funcionalidad y eficiencia energética”.
En Mendoza, las edificaciones tienen que tener muros gruesos y otras condiciones necesarias (como la orientación correcta de la casa o edificio) para conservar energía y evitar que las condiciones externas climáticas afecten al inmueble.
¿Cómo funciona la automatización de inmuebles?
Las viviendas con control y automatización inteligente son aquellas que cuentan con electrodomésticos y sistemas de climatización, ventilación, iluminación, sistemas de audio y vídeo y de seguridad que puedan comunicarse entre sí y puedan ser controlados de forma remota desde cualquier lugar con el dispositivo que se desee.
En general, los tres tipos de automatización (vivienda, edificio y ciudad) funcionan a través de un sistema compuesto por tres elementos: sensores, controladores y transmisores. Estos sistemas de instalaciones centrales, las cuales se pueden ubicar en viviendas particulares, se los denomina con el nombre de domótica; mientras que si lo ubico en industrias, en hoteles y en edificaciones de mayor envergaduras, se las denomina inmótica; finalmente, si la instalación se realiza en una ciudad o un en gran área determinada se la denomina como urbótica.
“El propósito de esta instalación es lograr la eficiencia en la utilización de los recursos. Para ello, implementando una central de domótica en una vivienda -o de inmótica en una industria- se puede regular de manera remota (a través de sensores) sistemas de climatización; sistemas de persianas y puertas que brinden mejores condiciones de seguridad; sistemas de iluminación que brinden mayor eficiencia y menor consumo energético; y también, todo lo relacionado con la conectividad dentro de una casa (sistemas de audio, video, etcétera)”, destacó el arquitecto.
“Cuando todos estos sistemas son llevados a una industria, se pueden manejar sistemas de incendio, se pueden manejar controles de personal, se puede abordar todo lo relacionado nuevamente con la iluminación, y lo relacionado a los sistemas de seguridad. Esto hace que una empresa o industria sea más eficiente y le permita regular los consumos”, continuó.