Horacio Retamales desarrolló una vasta experiencia, desempeñándose en empresas de importancia, como IMPSA, y en diversos proyectos a nivel mundial, relacionados principalmente con el cálculo numérico. Al mismo tiempo, se dedicó al estudio de las matemáticas aplicadas. Actualmente jubilado, continúa investigando las ciencias exactas, lo que llevó a descubrir la solución a un antiguo enigma numérico.
Dicha investigación se refiere a los números primos, es decir, un número entero que no puede ser dividido exactamente por nada, excepto por 1 y por sí mismo. La problemática surge del hecho de que no hay ningún patrón discernible en la aparición de los números primos (más allá de lo obvio -después de los números 2 y 5, los números primos no pueden ser pares o terminar en 5-), por lo que hay poca estructura que pueda ayudar a predecir dónde aparecerá el próximo número primo.
Hace un tiempo, el ingeniero Retamales logró resolver la Ley de Distribución de los Números Primos, al explicitar los lugares que ocupan todos los primos en el conjunto de los números naturales. Ha permitido ubicar intervalos de números sin primos; es decir, lagunas, e indicar cuantos números contienen, caracterizar ubicación de primos gemelos y explicitar mecanismo de generación de primos a partir de otros menores.
Este descubrimiento tiene aplicación en la codificación de información, claves, passwords; y por ende, en secretos bancarios, militares, estrategia y seguridad en general. Además, el experto comenta que es impensable, por ejemplo, el uso de la energía sin mediar cálculos de variadísimos componentes. Y que no hay disciplina del conocimiento científico que no reciba influencia de las matemáticas.
A continuación, compartimos la entrevista realizada a nuestro graduado sobre el tema.
Horacio ¿De qué se trata el problema que resolvió sobre sobre la Ley de Distribución de los Números Primos?
Desde hace más de 2.000 años se afirmaba que los números primos no tenían distribución sobre el conjunto de los números naturales. Se consideró que el azar era el que los ubicaba. Nuestro resultado se centra en una estructura repetitiva de posiciones ocupadas por los primos sobre los naturales tal que, dados un subconjunto finito de los primeros primos, se determinan las posiciones de todos los demás. Algunas de estas posiciones serán ocupadas por compuestos (no primos) pero no habrá primos en posiciones adicionales. Esto es la Ley de Distribución de Primos sobre el conjunto de todos los números naturales. No hay azar.
El conocimiento de esta Ley aporta a hacer evidente propiedades de los primos y, consecuentemente, de los naturales. Se derivan de esta Ley, nuevas propiedades de los números como la existencia de lagunas de no primos de distribución uniforme sobre los naturales, familias de lagunas de no primos y hasta cadenas de lagunas.
Otros resultados, en los que trabajo actualmente, derivados de aquella Ley permiten generar procedimientos de verificación de primos con una enorme reducción de operaciones respecto de las que se requerían sin el conocimiento de la Ley. En resumen, cuanto más se sabe de los números, más simple es la solución de algunos problemas tradicionales.
¿Qué aplicación puede tener la resolución en la vida cotidiana?
Es prematuro evaluar tales aplicaciones. Para responder con precisión debería conocer gran cantidad de aplicaciones de los números naturales. Estoy muy lejos de eso. Sin embargo, se debe observar que por ser parte de la Matemática toda, la Teoría de Números, está presente en la Matemática Finita y sus aplicaciones son de más fácil determinación. Los números están en todos lados suele decirse. Donde deben cuantificarse aspecto de problemas físicos, de tecnología y Ciencias Exactas, tiene intervención. Hasta allá pueden esperarse aplicaciones de los resultados logrados en nuestro trabajo.
¿Qué importancia tiene el conocimiento en ciencias básicas en la formación de un ingeniero?
En las ingenierías, la Física y la Matemática conforman la mayor parte del conocimiento con el que se desarrollan las herramientas con que se describen y cuantifican los fenómenos naturales, en que se ocupa la rama respectiva de la ingeniería. El crecimiento de cualquiera de ellas debe incorporarse al caudal de conocimientos en la etapa de formación de ingenieros y científicos, para potenciar consecuentemente el logro de capacidades iniciales más elevadas.
¿Qué significó para usted el reconocimiento como ciudadanos universitarios para los egresados de San Juan?
Este reconocimiento es muy apreciado por todos nosotros. Significó saldar una deuda histórica, que condicionó nuestros mejores recuerdos de una etapa maravillosa que vivimos en San Juan en condiciones muy singulares. Lo que fue, durante casi una década, nuestro hogar y una vida universitaria en la que compartimos con profesores, de una trascendencia tanto regional como nacional, que nos instruyeron en el manejo de técnicas eficientes para la resolución de problemas de la profesión y que transmitieran concepciones profesionales a nuestros jóvenes intereses, del más alto nivel moral y social.
¿Qué sensaciones le dejó el reencuentro con los egresados de San Juan en el acto que se realizó en la UNCUYO?
Tuve la suerte de asistir y revivir momentos de muchísimo valor sentimental al reencontrarnos con quienes compartimos la Facultad de Ingeniería y, por razones de trabajo u otras, están ahora alejados. Un abrazo dice mucho más que muchas palabras.
¿Qué consejo les daría a los estudiantes que hoy en día aspiran a ser ingenieros?
No importa cuántos recursos se disponga. Siempre es posible lograr soluciones con perseverancia y dedicación. Si hay gran inteligencia mejor, pero no es esencial. Lo que no puede faltar es la perseverancia y dedicación. Está muy lejos de estar resuelto todo. El conocimiento científico o tecnológico crece en cada instante.
Nota relacionada: http://ingenieria.uncuyo.edu.ar/graduados-san-juan