Las acciones del hombre –algunas veces, sin planificación ni regulación– para lograr un crecimiento poblacional y económico siempre impactan en el medio ambiente. Una de las actividades que ayudan al desarrollo de un país y a la generación de empleo es la industria de la construcción, pero también es una de las que producen grandes cantidades de residuos que contaminan todo alrededor de ellas.
La confirmación llega de la mano de un informe de la docente e investigadora de la Facultad de Ingeniería de la UNCUYO, Irma Mercante, que detalla las áreas degradadas debido al vertido incontrolado de desechos de obras en la provincia y la contaminación que generan en el suelo y el agua subterránea. La radiografía permite tener un estado de situación de la problemática en el Gran Mendoza y la necesidad de tomar medidas integrales que eviten un deterioro ambiental irreversible.
Por definición, estos residuos llamados RCD son todos aquellos materiales de desecho generados por la actividad de la remodelación, excavación, demolición o construcción de una obra, tanto pública como privada.
“En el pasado se ha considerado que los RCD tenían solo propiedades como materiales inertes y que, por lo tanto, no generarían lixiviados ni emisiones potencialmente peligrosas. Esta creencia ha jugado a favor de una menor regulación en términos de disposición final y una constante ausencia de monitoreo de impactos ambientales. Por eso, hemos elaborado un informe que detalla las áreas degradadas debido al vertido incontrolado en la provincia”, expresó Mercante, que llevó adelante la investigación.
Si bien el riesgo para la salud humana y el ambiente es mucho más bajo en relación con los residuos sólidos domiciliarios –remarcó la ingeniera civil–, hoy diversos estudios informan acerca de emisiones gaseosas, principalmente compuestos de sulfuro, y contaminación potencial del agua subterránea por las características de su lixiviado. Por otra parte, se manifiesta en una fuerte afectación de la calidad del paisaje, devaluación del valor inmobiliario de propiedades, el transporte por rutas inadecuadas y la ocupación de terrenos con valor productivo.
“Con el fin de identificar y cuantificar la magnitud de las áreas impactadas por los vertederos clandestinos de RCD, hemos realizado un relevamiento sistemático de terrenos degradados por dichas prácticas. Estos sitios se han identificado y caracterizado a partir de un conjunto de variables preestablecidas, como riesgo aluvional, interacción con cauces de riego, zonificación urbana o rural, superficie afectada, volumen generado, distancia del centro urbano”, dijo Mercante.