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Investigación propone renovar la enseñanza de la química a través de una instrucción por competencias

Con el enfoque por competencias se espera que el estudiante sea capaz de utilizar los distintos tipos de contenidos para actuar ante diferentes contextos de la realidad. Esta forma de enseñanza- aprendizaje renueva la forma tradicional de enseñanza de la química, basada en la repetición mecánica de conceptos.

26 de septiembre de 2022 Por: Marcia Castro
imagen Investigación propone renovar la enseñanza de la química a través de una instrucción por competencias

La sociedad actual exige cambios en los procesos de enseñanza y aprendizaje de las ciencias. Esta fue una de las razones por las cuales la Dra. Graciela Valente, Directora General de Ciencias Básicas de la Facultad de Ingeniería, impulsó junto con su equipo de investigación un proyecto en 2019 que buscó cambiar el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Química General por uno en el que resaltara la importancia de la adquisición de competencias.

Con el enfoque por competencias se espera que el estudiante sea capaz de utilizar los distintos tipos de contenidos, en donde se involucran conceptos, procedimientos, actitudes, para actuar ante la realidad y en diferentes contextos, logrando integrar los elementos cognitivos y afectivos. Las competencias no se alcanzan o se logran, sino que se desarrollan, son saberes complejos, multidimensionales (dimensiones conceptual, procedimental, actitudinal, comunicativa, metacognitiva y estratégica).

El equipo presentó al estudiantado un conjunto de habilidades que consideraron indispensables al momento de manejar los conocimientos y que contribuyen a los saberes: Conocer, Hacer y Ser.

Los Saberes Conocer implicaban conocimientos teóricos de la materia como por ejemplo ecuaciones y reacciones químicas.  Los Saberes Hacer referían a todos los saberes cognitivos-motrices: lo cual significa saber cómo comportarse dentro de un laboratorio. Los Saberes Ser tenían que ver con la rigurosidad e los cálculos y en la analítica, entre otras.

Este cambio de paradigma requiere de un sistema de evaluación de los aprendizajes pertinente. La forma elegida para evaluar este tipo de saberes fue la evaluación por rúbricas, con niveles de logro que incluyeron los niveles principiante, básico, autónomo y avanzado.  


Cambios en los hábitos estudiantiles

El contexto actual en el que se desenvuelven los estudiantes que ingresan a la facultad no es el mismo que hace cinco años. Jóvenes atravesados por nuevos hábitos: uso de tecnologías digitales marcadas por la inmediatez y la instantaneidad, bombardeados de información y estímulos visuales, jóvenes que en algunos casos estudian, trabajan o cuidan a sus hermanos: toda esta atmósfera produce cambios en los tiempos y la atención dedicados al estudio de las materias.

Al respecto de este contexto, Graciela Valente refirió lo siguiente: “Adecuarse a las nuevas reglas de juego sin perder de vista lo importante, mantener la calidad en la enseñanza, es un tremendo desafío que supone un replanteo en términos educativos tanto de los contenidos, como también, de los procedimientos y estrategias utilizadas para aportar al perfil profesional que se pretende”.

Sobre el trabajo antes, durante y después de la pandemia


El equipo de investigación resolvió trabajar con la cohorte ingresante del año 2019: 49 estudiantes comenzaron la propuesta, aunque solo 35 de ellos pudieron concluir con todo lo solicitado. Al respecto, Graciela expresó: “Pudimos observar que la deserción a las prácticas iba en acuerdo con la ausencia en los parciales esto, a su vez, asociado a aquellos estudiantes que habían obtenidos bajos resultados en las distintas instancias de evaluación”. A pesar de las deserciones, “los estudiantes que completaron el curso mostraron un alto grado de satisfacción con respecto a la propuesta experimental y a la organización de los mismos” constató Valente.

Es importante destacar que la propuesta inició en el año 2019, con estrategias diseñadas para trabajar en ámbitos presenciales. A partir del año 2020 ante el brusco cambio de escenario producido por la pandemia, ocasionada por la COVID 19, se plantearon alternativas de trabajo en entornos no presenciales. Recién en el año 2021 se combinaron ambas modalidades.

 

imagen Los laboratorios virtuales conforman una práctica que se expande alrededor del mundo.

Los laboratorios virtuales conforman una práctica que se expande alrededor del mundo.

Laboratorios virtuales: el paso previo al laboratorio real

La aplicación de laboratorios remotos posee algunas ventajas tales como desarrollar trabajos en un ambiente seguro, ofreciendo la reproducción de los experimentos cuántas veces sea necesario y con bajos costos. Asimismo, facilitan en el estudiante profundizar la comprensión de los contenidos, desarrollar destrezas en el uso de las tecnologías de la información y desarrollar habilidades en la resolución de problemas.

 “Las cohortes de 2020 y 2021 realizaron la actividad en modalidad no presencial. La misma fue evaluada en términos de los informes finales presentados por los estudiantes, discusión dirigida y puesta en común frente a pares y docentes. Los estudiantes luego del trabajo virtual respondieron una encuesta de opinión tipo Likert, que constó de 20 preguntas sencillas, en referencia a los contenidos abordados, a la metodología utilizada y al grado de satisfacción alcanzado en términos de conceptos acreditados. Aproximadamente el 80% de los estudiantes respondió la encuesta y en todas las respuestas la ponderación “de acuerdo” o “totalmente de acuerdo” fue superior al 75%” aclaró Graciela.

Sobre la aplicación de los laboratorios virtuales, Valente expresó: “resultaron ser una excelente herramienta para capacitar a los estudiantes en principios técnicos. Los laboratorios remotos pueden ser útiles en muchos campos de la enseñanza de la ciencia, ya que pueden simular técnicas y operaciones reales y mejorar efectivamente el proceso de enseñanza con una interfaz intuitiva y atractiva”.

Con el regreso a la presencialidad se procedió a aplicar la actividad en el entorno real, siguiendo los mismos pasos que se hicieron durante la simulación. De esta manera se quiso comprobar el impacto de la actividad virtual previa, si significó un aporte en la adquisición de las competencias e identificar aquellos aspectos para optimizar la práctica. Al finalizar, los estudiantes dieron su opinión y comentarios acerca de todo el recorrido. 

imagen Una vez que arriban al laboratorio real, las y los estudiantes cuentan con un bagaje especial de conocimientos.

Una vez que arriban al laboratorio real, las y los estudiantes cuentan con un bagaje especial de conocimientos.

En vistas a cambiar la enseñanza de la Química General

La propuesta de una metodología alternativa, innovadora y que resulte en un proceso de aprendizaje mejorado, implica un desafío enorme para el equipo docente del espacio curricular de Química. Implementar recursos y herramientas que promuevan distintas áreas del aprendizaje y que se vean plasmadas en una resignificación de la enseñanza resulta una tarea compleja. Por ello, es importante planificar adecuadamente las actividades, tomando en consideración que las acciones que involucran a los tres saberes, saber, saber hacer y saber ser son inseparables, para lograr un aprendizaje significativo.

Respecto a la posibilidad de aplicar los resultados obtenidos en la investigación en el dictado de la materia, Valente expresó lo siguiente: "Somos conscientes de la complejidad de la tarea, pero también que es la manera de tributar de manera eficiente en aquellas competencias de egreso que proporcionen al estudiante una formación con un enfoque integral y autónomo, preparándolos para el exigente mundo laboral actual desde los primeros años de su trayectoria académica".

imagen Con los saberes obtenidos se prevee publicar un manual de laboratorio.

Con los saberes obtenidos se prevee publicar un manual de laboratorio.

“Hay Química con las Ingenierías”: el manual de laboratorio que saldrá próximamente

El Manual de laboratorio “Hay Química con las Ingenierías” ha sido realizado pensando en adaptar las estrategias pedagógico-didácticas en función del nuevo perfil del estudiante y de las capacidades que deben desarrollarse para lograr la competencia general de egreso. Para ello se implementó una modificación sobre la parte experimental del espacio Química General, perteneciente a la carrera de Ingeniería Civil, a través de trabajos prácticos de laboratorio aplicados a materiales de uso en la construcción, proponiendo trabajar los diferentes contenidos desde lo conceptual a lo experimental a través de un hilo conductor de lo simple a lo complejo, para su aplicación posterior a la resolución de problemas.

"Actualmente estamos en la instancia de implementación, corroborando su aplicabilidad y necesidad o no de realizar correcciones. Consideramos que posiblemente, a partir de los resultados observados en este período de prueba, el manual de práctica estaría en condiciones de ser presentado para su edición final y consecuente publicación" concluyó Graciela Valente.

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