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Docente explicó porqué sería valioso desarrollar herramientas de IA propias

En una diálogo con el portal Unidiversidad, el profesor de la Facultad de Ingeniería de la UNCUYO, Jorge Núñez McLeod comentó los motivos por los cuales se hace difícil invertir en inteligencia artificial en Argentina, pero también por qué sería importante intentarlo.

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La Inteligencia Artificial (IA) está transformando la sociedad a un ritmo acelerado, pero esa transformación también está generando un nuevo modo de brecha digital que puede tener consecuencias significativas para el desarrollo de los países y sus comunidades. Las personas que no tienen acceso a la inteligencia artificial pueden perder oportunidades de empleo, educación y servicios, pero también existe la posibilidad de que las empresas, las instituciones científicas y las industrias pierdan una gran oportunidad de posicionarse en el mercado tecnológico que hoy el mundo está requiriendo. 

Desde Unidiversidad dialogaron con Jorge Núñez McLeod, docente de la cátedra Investigación Operativa de la carrera de Ingeniería Industrial, para conocer los motivos por los cuales se hace difícil invertir en inteligencia artificial en Argentina, pero también por qué sería importante intentarlo. El especialista enfatizó que quienes tengan las inteligencias artificiales de su lado serán los países que desarrollarán las tecnologías del mañana y del futuro cercano.

“La inteligencia artificial generativa tiene limitaciones en nuestro país que tienen que ver con lo presupuestario y con la adquisición de hardware específico. En la actualidad, se cuenta con plataformas y software gratuito para programar; lo que debemos hacer con él es entrenarlo, pero, además de ello, tenemos que ‘alimentarlo’ con información, lo que va a llevar un determinado tiempo para procesar toda esa información”, explicó.

imagen Jorge Núñez McLeod

Jorge Núñez McLeod

No podemos decir: '¡Ah, bueno, ya está, ya perdimos la carrera de la inteligencia artificial!'

Para que nos hagamos una idea, si una persona tuviera que comprar la computadora necesaria para alimentar básicamente a una IA, necesitaría un equipo de al menos 8 GPU (tarjetas gráficas muy potentes) para que funcione en un mismo ordenador. En este caso, su valor alcanzaría los 100 mil dólares. Ahora bien, si nosotros entendemos que la construcción de ChatGPT (por poner un ejemplo) se realizó con “megacomputadoras” que tenían a su disposición 20 mil GPU para trabajar, nos damos cuenta de que el financiamiento nuestro y la brecha que se produce son un gran problema.

“No obstante, esto no nos tiene que llevar a la inmovilidad. No podemos decir: '¡Ah, bueno, ya está, ya perdimos la carrera de la inteligencia artificial!', sino, por el contrario, tenemos que ver, como científicos, como investigadores y como sociedad, la posibilidad de desarrollar las alternativas que tenemos al alcance para que nuestro país tenga una posibilidad de desarrollo, porque quienes tengan las inteligencias artificiales de su lado serán los países que desarrollarán las tecnologías del mañana y del futuro cercano, mientras que todos los demás van a ser usuarios y clientes de esos productos”, expresó Núñez McLeod.


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