El trabajo, que formó parte de los proyectos Mauricio López impulsados desde la UNCUYO, viene desarrollándose desde el 2015. Durante los dos primeros dos años, trabajó un equipo compuesto por docentes y estudiantes de las Facultades de Ingeniería y Ciencias Políticas y Sociales de la UNCUYO, de representantes de la Municipalidad de Godoy Cruz y de voluntarios de la comunidad del barrio Piedras Blancas (sectores B y C); lo que dio por resultado la edificación de un centro de uso comunitario, por medio de la utilización de una técnica de construcción sustentable llamada Super Adobe.
Durante 2017 se realizó en modalidad intercátedra, lo que implica realizar extensión a partir de trayectos académicos existentes en las distintas carreras; en el caso de la Facultad de Ingeniería participaron las cátedras Emprendedorismo e Innovación y Diseño del Paisaje. Mediante este trabajo se buscó contribuir al desarrollo y profundización del uso del espacio público comunitario y en la búsqueda de socialización de saberes populares por parte de la comunidad; por medio del aprendizaje sobre derechos humanos, técnicas en cerámica, manejo de huerta familiar y técnicas constructivas innovadoras, entre otras.
La actividad de cierre del proyecto tuvo lugar el pasado sábado 18 de noviembre y consistió en el armado de la Plaza "Piedras de Colores", que se integró al espacio del centro de uso comunitario. Esta surgió a través de un diseño participativo de los niños y adultos de la comunidad, en conjunto con el grupo de extensionistas del proyecto integrado, este año, por estudiantes y docentes de la Facultad de Ingeniería, de Educación y de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo.
La responsable de la proyección y el armado de la plaza fue la Ing. Marta Tonda y los estudiantes de Arquitectura de la Facultad de Ingeniería y de Ciencias Agrarias. Esta contó con un sector de juegos para los niños, donados por la Municipalidad de Godoy Cruz, que se complementó con neumáticos pintados de colores y figuras de hipopótamos. Además, cuenta con un sector de escenario, demarcado con probetas de hormigón y dos pérgolas a su lado realizadas con rollizos y telas media sombra; un sector social de esparcimiento para las familias y una canchita de arena con arcos, realizados con rollizos y gradas de pallets pintados de colores. Asimismo, se demarcaron caminos cubiertos con chips con especies como acacia visco, schinus molle y prosopis sp.
Los materiales utilizados provinieron de donaciones recolectadas por estudiantes y docentes de Arquitectura y recuperados por personal de mantenimiento de la Facultad de Ingeniería.
La Directora de Extensión de la Facultad, Silvia Maturano, invitó a los docentes y estudiantes a participar de este tipo de trabajos, "porque es la única manera de lograr una verdadera educación integral, fuera del contexto aúlico, mediante el aprendizaje junto a una comunidad y con problemas reales. Esa es la manera de aplicar los conocimientos por parte de los estudiantes y, a la vez, aprender de la comunidad; es lo que se busca, un intercambio de saberes".