La charla realizada el viernes 4 de mayo, fue destinada, principalmente, a los estudiantes de 1º año de las carreras de Ingeniería de la Facultad. Estuvo a cargo de Mario Sánchez, Director de la carrera de Ingeniería de Petróleos y de Lourdes Guiñazú, docente de la asignatura de Reservorios.
Al inicio, el ingeniero Sánchez, explicó que la fractura hidráulica o fracking, no es una técnica nueva, si no que se realiza desde los años ‘40 y en Argentina es utilizada desde 1959. Esta tiene por objetivo mejorar la permeabilidad de los pozos, es decir, la movilidad de los fluidos que se encuentran en la roca y, de esta manera, aumentar su rendimiento.
La porosidad y la permeabilidad de la roca son las dos propiedades fundamentales que tiene que tener un yacimiento para que sea productivo. La estimulación hidráulica es utilizada cuando la roca contiene poca permeabilidad, es decir, poca conexión entre sus poros, que permita al líquido fluir. Es por ello que resulta necesario realizar microfisuras de la roca, de varios metros de longitud y apenas unos milímetros de espesor; para que, una vez creadas, el gas y el petróleo puedan fluir hacia el pozo a través de esas microfisuras y ser recuperados en la superficie.
Por su parte, Lourdes Guiñazú explicó que esta técnica no es sólo utilizada en yacimientos no convencionales sino que también es aplicada en los convencionales desde la década del ‘60 en nuestro país. Y enfatizó: “Lo importante es que ustedes sepan que esto se hace en todos los pozos”.
Asimismo, respecto a los yacimientos no convencionales que requieren de la realización de fracking, ambos aclararon que las fracturas que se realizan para la extracción no tienen más de 2 milímetros de espesor y no superan los 200 metros horizontales y los 80 metros verticales, los cuales se encuentran a miles de metros de profundidad; mientras que los acuíferos se localizan a unos 300 metros de la superficie. Por lo que Sánchez afirmó que “en Argentina no hay posibilidad de que se toquen los acuíferos; ese tipo de problema viene de otros países, como Estados Unidos, donde estos se encuentran más cerca”.
No obstante, este tipo de prácticas deben ser realizadas por las industrias petroleras de acuerdo a estrictas normas de control.
Fractura hidráulica y medioambiente
A continuación, los especialistas detallaron todos aquellos procedimientos que deben llevarse a cabo para cumplir con los requerimientos de cuidado del medioambiente de la práctica. Uno de ellos es la utilización de “locaciones secas”, lo que significa que la tierra del exterior del yacimiento se recubre, para evitar todo tipo de contaminación en caso de derrame accidental.
Además, en los primeros metros de exploración, donde se encuentran los acuíferos, se constituye una “zona de seguridad” con cañerías especiales y cementación. Y dicha aislación con cemento luego se realiza también a lo largo de todo el pozo, para asegurarse de que no haya ningún tipo de contacto de este con formaciones geológicas y posibles acuíferos (tanto de agua dulce como de agua salada). Dicho proceso es evaluado para determinar si está realizado correctamente, antes de comenzar con el proceso de fracturación.
Luego, ambos se refirieron a la utilización de químicos, los cuales son entre 10 y 12 productos de uso común en todo tipo de industrias, como el ácido clorhídrico; y los cuales son auditados mensualmente por el órgano de control y se encuentran asentados en una hoja de seguridad, que es de conocimiento público.
Respecto al uso de agua para llevar adelante este proceso, aclararon que lo que se utiliza es equivalente tan solo a la necesaria para llenar una pileta olímpica. Y, aunque resulta muy costoso, existe la posibilidad de realizarlo con agua salada y el agua de retorno del proceso. Al respecto, mencionaron que incluso en nuestra provincia se ha utilizado agua salada para llevar adelante esta técnica.
Mientras que en lo referido a la sismicidad, argumentaron que lo que se mide durante la puesta en marcha de la estimulación hidráulica es la micro sismicidad, para ver qué tan buena es la fractura, pero que este tipo de movimiento es imperceptible para las personas. Es por ello que no es posible que cause ningún tipo de movimiento telúrico.
Finalmente, el Director de la carrera concluyó en que las industrias petroleras tienen rigurosos procedimientos para llevar adelante estos y otros requerimientos e insistió, además, en la importancia de que todo el proceso sea controlado correctamente.
Al mismo tiempo, se refirió a que nuestro país es el segundo reservorio de no convencionales en el mundo, lo que implica una importante fuente de energía, cuya explotación nos permitiría dejar de importarla y, por ende, mejorar la eficiencia energética, mientras se trabaja en el desarrollo de otras fuentes de energía alternativa.