María Lucía Cantos, recientemente graduada de la carrera de Ingeniería Industrial de nuestra Facultad, comenzó a investigar en 2019 -mientras transitaba su último año de cursado-, acerca del Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Es decir, la red que recolecta y distribuye la energía a las distintas regiones del país mediante tendidos de alta tensión.
En torno a esta temática, la por entonces estudiante trabajó en el desarrollo de dos proyectos paralelos. En primera instancia, junto con Alejandro Senosiain, en la investigación que tenía como objetivo la descripción del SADI desde el punto de vista logístico a partir de sus componentes, para indagar sobre las diferentes debilidades en la cadena de suministros.
A partir de ese análisis pudieron generar recomendaciones que permiten fortalecer la confiabilidad y disponibilidad del sistema, minimizando los riesgos y vulnerabilidades. Estos también permitieron ofrecer una nueva perspectiva para la metodología de las redes de suministro en las secuencias de distribución, ya que al conocer las resonancias en la concurrencia en las fallas del sistema, es posible establecer barreras para dichos desperfectos que desencadenaron reacciones en cadena.
Mientras realizaban el estudio, se produjo el gran apagón que dejó a todo el país sin energía eléctrica. “Si bien pudimos incluir parte de esto, su análisis no fue tan profundo dado que era muy reciente. Además teníamos próxima la fecha para la convocatoria de las Jornadas de Jovenes Investigadores”, mencionó Lucía.
“A la vuelta, me había quedado dando vueltas el apagón, y pensaba que podía ser un gran proyecto para tratar en profundidad y hacer una correlación con la historia de apagones”, explicó. Entonces, en base a esto propuso el segundo proyecto llamado “Sistema Argentino de Interconexión: Análisis de vulnerabilidades e interrupciones del sistema”, que tiene por objetivo examinar los motivos que desencadenaron el histórico apagón, desde el punto de vista de los factores que influyen y de la cantidad de afectados. Además, en relación con los anteriores ocurridos en el país.
Principales resultados
Entrando en detalle respecto a las razones de las fallas en el sistema aclaró, “en el famoso apagón, el problema fue un fallo en cadena”, y agregó: “Pero estudiando los anteriores nos dimos cuenta que básicamente las causas siempre fueron por errores humanos”.
Pero también el proyecto analiza otros factores que influyen igualmente, como las condiciones climáticas del lugar. La diferencia principal es que estos no pueden ser predichos ni evitados; en cambio, los primeros pueden ser controlados, mitigados y hasta eliminados si son detectados de manera temprana.
Por eso, estas conclusiones permitieron comprender que es necesario gestionar nuevas políticas y medidas que permitan disminuir al máximo la probabilidad de fallo de un sistema que es de vital importancia. Algunas opciones encontradas para prevenir, evaluar, rediseñar o controlar son: realizar evaluaciones periódicas donde se pongan de manifiesto las falencias, generar protocolos de acción para restablecer el servicio en el menor tiempo posible, entre otras.
Por último, enfatizó la intención de difundir la investigación: “La idea es publicarlo en alguna revista científica, todavía no decidimos bien en cuál. De todas maneras, estamos en la última etapa de redacción y revisión”.
De esta forma también se genera la contribución, no sólo a la literatura sobre el tema, sino también sobre la concientización de la importancia que tiene prevenir la interrupción de una infraestructura crítica en el suministro eléctrico, que afecta directamente a todas las actividades de un país, como la seguridad de sus fronteras o la prestación de servicios de salud, hasta el desorden social.