Tal como expresó a Unidiversidad Jorge Núñez:  “No es sencilla una transición desde un esquema tradicional (combustibles fósiles) a uno nuevo, que demandará muchos cambios en la infraestructura y en su desarrollo. Este cambio a las denominadas ‘energías renovables’ (eólica o solar), en cuanto a los costos, tiene sus problemas, puesto que los precios de los combustibles fósiles son más bajos que los costos asociados de la transformación de las energías renovables en energía eléctrica”.

Sin embargo, hacia 2030 se prevee que bajen los costos de producción de las energías renovables (como los paneles solares) debido al avance en materia tecnológica. Mientras tanto, es recomendable no cortar de forma abrupta con el suministro de combustibles fósiles sino apuntar a una transición que permita a los y las ciudadanas tener a disposición un abanico de posibilidades amigables con el planeta.

En la nota también se abordan los aspectos necesarios para lograr esta transición. Fabiana Gennari, ingeniera química, docente del Instituto Balseiro e investigadora del Conicet destacó que:  “Para realizar cambios profundos en nuestra matriz energética, lo que se necesita principalmente son inversiones e infraestructura. Se requieren análisis y estudios para observar las distintas alternativas y establecer objetivos concretos. De esta manera, se busca definir en qué se va a utilizar esta energía, a cuántas viviendas o industrias va a estar destinada, según qué condiciones de almacenamiento, etcétera”, afirmó.

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