El equipo de la cátedra Vivienda de Interés Social está compuesto por los profesores arquitectos Jorge Mitchell, Virginia Miranda, Luciana Chervosky y Ernesto Paganini.

Durante la presentación de los trabajos en La Favorita, el profesor Mitchell indicó que dentro de la cátedra se buscó acercar a los alumnos a un ejercicio de desarrollo de proyectos, vinculados directamente con las familias del barrio: “Los chicos han roto una metodología de trabajo, aprendiendo a trabajar por primera vez con un usuario real y concreto, saliendo del entorno académico e involucrándose en una situación real”.

Para la realización de los trabajos, los alumnos abordaron tres manzanas del barrio, en las cuales se relevaron terrenos y viviendas de alrededor de 30 familias. Según comentó el arquitecto, esta primera selección surgió del contacto con la gente de la Unión Vecinal, quienes indicaron cuáles eran las familias que más necesitaban una solución a su problema habitacional. 

A continuación, la profesora Virginia Miranda explicó que las actividades se desarrollaron en etapas. La primera fue hablar con los vecinos, conocer el barrio, caminarlo, tomar las medidas y niveles de las manzanas y realizar, con los alumnos, una puesta en común para sacar conclusiones. En la segunda etapa se observó directamente terreno por terreno y, a partir de las visitas a sus dueños, se comenzaron a plantear respuestas  habitacionales basadas en cada realidad familiar. 

Como resultado, los jóvenes desarrollaron 2 tipos de proyectos. Uno destinado a aquellas viviendas que tienen una construcción con una respuesta estructural adecuada, sobre la cual se trabajó en el desarrollo de las ampliaciones necesarias para  las necesidades de cada familia. Y en el otro caso, se realizó el diseño de una vivienda nueva, debido a que las construcciones no eran perdurables. 

Asimismo, los estudiantes trabajaron sobre la urbanización del barrio, por lo que desarrollaron también propuestas para posibles mejoras para veredas, accesos peatonales y vehiculares y la organización y distribución de servicios públicos.

Sobre lo trabajado, los profesores comentaron que esta dinámica sirvió a los estudiantes para personalizar cada proyecto y humanizar las respuestas arquitectónicas dadas, adecuándolo a las necesidades particulares de cada familia. Estas propuestas fueron entregadas a los beneficiarios, con el fin de que, en un futuro, estas mejoras puedan ser llevadas a la práctica.