Franco Mazzocca, quien es oriundo de Trelew y cursa el 2º año de la carrera de Ingeniería Mecatrónica en la Facultad de Ingeniería de la UNCUYO, posee una impresora 3D creada por él mismo. “Comencé a diseñar la impresora 3D cuando realizaba mi proyecto final de estudio de secundaria. Desde que comenzó el auge de ese tipo de impresoras, me encantó la idea de tener una”, comentó. 

Por medio de esta herramienta, el estudiante busca no sólo experimentar si no también realizar un aporte social. Así fue que encontró en Internet modelos de prótesis de mano que se pueden descargar en forma gratuita y le pareció que era una buena oportunidad para ofrecer una alternativa a las costosas que hay en el mercado. Además, se hacen a medida, adaptadas a la edad de la persona y el tamaño de la otra mano. 

El primero en recibir una mano ortopédica mecánica impresa por Franco fue Valentino, un nene de 9 años, de Rodeo del Medio. Y, hasta el momento, ha realizado siete de este tipo. 

Al poco tiempo de realizada la primera, se sumó a la tarea Facundo Frasca, quien es kinesiólogo y le ha ayudado a Franco a ir ajustando el diseño, además de asesorar a los usuarios sobre cómo utilizarlas y modificar su postura. 

Luego, el proyecto fue adoptado por la comunidad religiosa de la iglesia Comunidad Cristiana de la Ciudad, que busca maneras creativas de ayudar a otros, es decir, dedicarse a áreas que no sean abordadas por otras organizaciones. De este modo, pueden donar las prótesis, porque la iglesia aporta los recursos económicos y, como tienen contactos en Estados Unidos, quien viaja trae algunos elementos que no se consiguen en el país.

En esta oportunidad, se construyó una prótesis para Mariela Alonso, quien nació sin su mano izquierda, lo que se denomina agenesia. En varias oportunidades ella descartó esta posibilidad y, actualmente, con 41 años, decidió dar este paso. 

La mano está impresa en un material color piel, con las articulaciones flexibles, unos hilos que hacen que los dedos se abran y cierren cuando gira la muñeca, y unos dedales que le brindan agarre. Además, Franco incorporó un velcro en la palma, para que Mariela pueda sostener el celular u otros elementos. Hoy se realizará la entrega de la misma, con la presencia de familiares y amigos de Mariela. 

Acerca del proyecto que llevan adelante, los emprendedores solidarios aseguran que no saben hasta dónde puede llegar este proyecto. Por el momento, apuntan a hacer prótesis de mano para niños pequeños, ya que a ellos les resulta mucho más sencillo y rápido adaptarse al nuevo elemento. Además, porque al ser de bajo costo, se les puede ir cambiando a medida que crecen. De todos modos, también trabajan con adultos ya que, como destaca Mariela Alonso, “nunca es tarde”. 

Quienes estén interesados en acceder a una de estas prótesis impresa en 3D pueden escribir a la página de Facebook C3 Comunidad Cristiana de la Ciudad o contactarse con Atomic Lab.

Fuente: Diario Los Andes.