La energía eléctrica es una necesidad de primer orden, de la cual no podemos prescindir. Para generarla se han utilizado, durante siglos, recursos no renovables que de forma inminente se están agotando y que, además, generan un alto impacto medioambiental. Por lo tanto, es indispensable la obtención de energía a través de métodos alternativos, renovables, sostenibles y ecológicos.
Es decir que debemos aprovechar y utilizar recursos limpios e inagotables que proporciona la naturaleza, como la energía solar. Su obtención y generación se da gracias a la radiación procedente del sol, que incide directamente en módulos -llamados paneles- que convierten su luz directamente en electricidad, por el llamado efecto fotoeléctrico.
Una de las mayores ventajas de este tipo de energía es que se encuentra disponible en cualquier parte del mundo, en todo momento, por lo que puede ser utilizada en lugares remotos que se encuentran alejados de la red eléctrica.
También puede aprovecharse en residencias urbanas, para reducir el gasto de la factura de luz, ya que inclusive existe la posibilidad de devolver a la red la energía sobrante obtenida por medio del uso de paneles. Si bien el costo de inversión puede ser considerado alto para uso residencial, su vida útil garantizada es de 20 a 25 años y su mantenimiento es muy bajo, ya que requiere tan sólo una limpieza al año.
Características del Proyecto
Actualmente, existen dos clases de paneles: fijos y móviles. Si bien en el campo de la energía solar se sostiene que el panel móvil es más efectivo, hasta el momento no hay datos concretos que lo demuestren fehacientemente.
Por eso, el proyecto de investigación “Generación fotovoltaica: estudio sobre rendimientos comparativos entre un panel solar fijo y un panel dotado de seguidor solar” , dirigido por Susana Bernasconi y subdirigido por Alfredo Puglesi, tiene como principal objetivo evaluar y cuantificar la conveniencia entre ambos paneles, al ser utilizados tanto en viviendas urbanas como rurales aisladas.
Con este objetivo, el proyecto constó en colocar dos paneles idénticos y con la misma inclinación respecto del norte; uno de ellos fijo y el otro móvil -con un desplazamiento este – oeste siguiendo la trayectoria aparente del sol-. Mediante el funcionamiento de estos, se midió la temperatura ambiente y sus respectivas tensiones y corrientes. Estos valores fueron almacenados en un sistema informático llamado SCADA (Control Supervisor y Adquisición de Datos).
Los datos obtenidos permiten hacer una comparación en tiempo real e histórico, calculando las potencias y energías generadas por cada uno. Hasta el momento, con los datos obtenidos desde principio de año, se llegó a la conclusión preliminar que se esperaba: el panel móvil con seguidor solar está beneficiado con una mejor insolación de al menos dos horas más por día. “De todas maneras es necesario tener gran cantidad de datos históricos para poder establecer un rendimiento real de cada uno de los paneles. Por eso la idea es conseguir al menos 2 años completos de estadística”, agregó Bernasconi, directora del proyecto.
El trayecto del panel móvil está automatizado por un Controlador Lógico Programable (PLC). El mismo se encarga de iniciar el movimiento hacia el oeste mediante el comando preciso de un motor paso a paso, que hace girar sobre el eje vertical, siguiendo la amplitud horaria diurna para cada día del año. “Esa información, se encuentra disponible de forma libre y gratuita en Internet, son tablas que detallan las posiciones en las que se encuentra el sol durante cada día”, aclaró la ingeniera. Además, los paneles se reacomodan en su eje horizontal 4 veces al año, según la estación.
Cabe destacar que el proyecto se basa en conocimientos provenientes de diversas disciplinas, tales como la estadística, la economía, y las ingenierías electrónica y mecatrónica. Con respecto a esta última materia, el aporte se produjo por parte de William Alfaro Ojeda, estudiante del último año de la carrera Ingeniería en Mecatrónica. “Gracias a su conocimiento en programas como Solid Edge pudimos evitar futuras correcciones, tiempo y dinero. De todas maneras, el control constante es un punto fundamental”, manifestó el Profesor Consulto Ing. Alfredo Puglesi, Codirector de la investigación.
Beneficios ambientales y económicos
Además, Puglesi aclaró:
“la idea nace como una respuesta a la inquietud ecológica, es necesario incentivar la magnitud del valor ecológico que tiene la energía solar. Por eso, una vez finalizada la recopilación estadística, los datos van a ser publicados para el uso libre, y también se los vamos a hacer llegar al Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía de la provincia”.
Mendoza tiene grandes extensiones de terreno que pueden ser utilizados sin inconveniente para la generación de energía solar sustentable. Además, actualmente se encuentra en proceso de regulación legal la energía bidireccional, es decir, devolver a la red local la energía eléctrica que sobre. Estamos en presencia de una alternativa que puede cambiar y mejorar la calidad de vida de las personas, como así también ayudar a cuidar nuestro planeta.