La clave de este tipo de tecnología es que permitirá una precisa y eficiente fumigación de las áreas afectadas por plagas, como así también reducir costos en insumos, tiempo, optimizar la fertilización y la calidad del producto final.
El “Proyecto de diseño de un móvil aéreo no tripulado (DRON)” para ser aplicado en vitivinicultura y, a futuro, en otros campos agrícolas; se desarrolla en la Dirección de Estudios Tecnológicos e Investigaciones (DETI) de la Facultad de Ingeniería. El equipo de trabajo está compuesto por Béatrice Dubourg-Izart y Gaëlle Ayraul, estudiantes de cuarto año del Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas (INSA) Centre Val de Loire, Francia -quienes se encuentran realizando sus Pasantías Técnicas, a través de un convenio de intercambio con la UNCuyo-; y por el Ingeniero Roberto Haarth, tutor de pasantía de alumnos extranjeros y responsable de la cátedra de Robótica II de la carrera de Mecatrónica.
En estos momentos, el equipo se encuentra en la primer etapa de desarrollo del dron, donde se está concibiendo la construcción y las especificaciones técnicas de aparato. Por un lado, Béatrice se encuentra a cargo del diseño del dron,es decir, de las piezas de mecánica, cinemática y dinámica; como de exactitudes que debe poseer en el tamaño y el movimiento de las hélices, para un vuelo preciso en el terreno a ser estudiado.
Ante esto, la alumna, proveniente de una familia de agricultores, expresó que: “Lo que me llamó la atención de este proyecto es la aplicabilidad del dron en el mundo vitivinícola, como herramienta que pueda ayudar a reducir el excesivo uso de los agroquímicos en la fumigación de viñedos. Lo que permite obtener datos multiespectrales a través de una cartografía para localizar el vigor y contenido de agua de la planta observada, entre otros datos”. De esta manera, consideró que su objetivo es poder aplicar estos conocimientos en Francia y europa, creando innovación en la vitivinicultura y agricultura de precisión.
Por otra parte, Gaëlle, estudiante de Ingeniería en Sistemas Electrónicos Industriales, es responsable de la parte electrónica y de programa de control del dron. “Elegí este proyecto porque siempre me ha gustado la programación y la electrónica, y sobre todo, deseaba perfeccionarme en el extranjero. El proyecto que presentó el profesor Roberto Haarth me pareció muy importante para dar mi aporte académico y adquirir nuevos conocimientos. Por ello, me encargo de la comunicación entre el dron y la recuperación de los datos, midiendo la velocidad de los motores y los puntos de medición del GPS”, contó la pasante.
En cuanto al funcionamiento y algunas particularidades del dispositivo, el Ingeniero y Enólogo, Roberto Haarth, especificó que “la aplicación del artefacto realizaría un proceso de información en pocos minutos, con datos precisos; es decir, que en 24 horas se puede determinar el problema y definir la solución para obtener un mejor rendimiento de calidad de la uva, para su posterior cosecha y vinificación”.
“Cabe aclarar que no se puede utilizar un dron comercial, porque el mismo requiere de características de operación, vuelo y estabilidad frente a vientos, teniendo en cuenta las condiciones climatológicas; recorriendo viñedos a una determinada altura (entre 10 y 30 metros). El mismo posee cámaras multiespectrales e infrarrojas que permiten filmar, visualizar y hacer un procesamiento de datos, a través de un software en computadoras, para detectar las deficiencias dentro del terreno analizado”, añadió Haarth.
Proceso del Proyecto
Se trata de un proyecto que se desarrollará durante dos años, la primer etapa se inició en abril y se extiende hasta la primer semana de agosto de 2018. De allí en adelante se ejecutarán pruebas parciales en el campus universitario, para verificar el funcionamiento y reconocer su viabilidad, para luego dar lugar a las siguientes etapas, que contarán con el aporte de nuevos pasantes.
Para 2019 se trabajará en la aplicación concreta sobre viñedos, con mediciones fiables y un análisis específico del sector afectado por la plaga. El objetivo es poder crear, desde la UNCuyo, un dispositivo innovador en el área vitivinícola y que tenga un alcance internacional, con fines de investigación y comercialización.