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Despedimos al Ing. Juan Carlos Vega

Recordamos con gran respeto y cariño, a quien fue un querido integrante del Grupo INGE de Egresados Seniors de la Facultad de Ingeniería.

imagen Despedimos al Ing. Juan Carlos Vega

En primer plano el Ing. Juan Carlos Vega en el acto de entrega de la ciudadanía universitaria en su silla de ruedas.

El Ing. Vega estudió en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Cuyo cuando su sede estaba en la Provincia de San Juan.

Era miembro del Grupo INGE de Egresados Seniors de la Facultad de Ingeniería, quienes recibieron su Ciudadanía Universitaria en un acto presidido por las máximas autoridades de la UNCuyo y de la Facultad de Ingeniería, el 11 de noviembre de 2017, en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Económicas.

EI ingeniero Juan Carlos La Roca, egresado de la Facultad de Ingeniería UNCuyo y miembro del Grupo INGE se despide de su amigo con una palabras:

Día de contrastes, día inolvidable. Precedido de una noche difícil, interminable, de malos pronósticos que dificultan e impiden el sueño reparador.

Y de contrastes: el día en que  mi cuñado y gran amigo cumplía sus ochenta años. Tendría que haber sido un día de alegría.

Pero se cruzó con  otro fatídico: el día que decidiste dejarnos para irte no sabemos dónde.

Querido Tocayo, “Bataraza” (nunca supimos el porqué de tan excluyente seudónimo), estoy convencido que vos decidiste partir, de “tomarte el raje” al decir de tangueros, de “irte de gira” como usan los del espectáculo.

Y la memoria se agita en el Acto, expresada en los innumerables mensajes de despedida conque tus amigos y colegas se expresaron luego de tu fallecimiento.

A mí me motiva de diferentes formas: de nuestra época de estudiantes, dónde compartimos no muchas cosas, ya que éramos de carreras y años diferentes. Pero por el íntimo conocimiento que teníamos del avatar de cada uno de los integrantes de esa gran familia que fue la Facultad de Ingeniería, aprendí a admirarte por tu gran capacidad intelectual y por tu facilidad para transitar “trotando” las dificultades de una carrera que para muchas se parecía a una  de obstáculos.

Luego compartimos cosas importantes: tu casamiento en el viejo chalet Del Bono del Club Ausonia; la práctica de fábrica en VASA, junto a Ringo; el Cascote y el inolvidable Petiso Cubo, evento que perduró en tu  memoria hasta tus últimos días. 

No tengo comentarios ni vívidos recuerdos de tu época refulgente profesional y material, donde mantuvimos esporádicos encuentros.

Pero luego vino el fatídico año bisiesto de 1992, donde ambos tuvimos grandes pérdidas: vos parte de tu cuerpo y yo un hijo. 

De ahí en más creo que nos unió una parecida decisión: vos la de no morir con tus piernas y yo la de no morir con mi hijo.  

Y ésa, tu decisión, creo que fue ejemplo para nuestro grupo, ya que te dejamos de admirar por tu peculio económico o por tus logros profesionales, para pasar a reconocerte la enorme valentía y el coraje que demostraste, a lo largo de éstos largos 32 años y junto a tu familia para enfrentar situaciones tan adversas como las provocadas por la mutilación sufrida tras tu accidente.

Con ese indispensable acompañamiento familiar, te transformaste en un símbolo de nuestro Grupo y así lo reconocen las decenas de mensajes recibidos y seguramente, en este permanente y cada vez más frecuente encuentro con la muerte de amigos y colegas, unos más queridos y extrañados que otros, tu figura va a permanecer por siempre en el recuerdo de tus amigos y colegas.

¡HASTA QUE NOS VOLVAMOS A VER QUERIDO BATARAZA!  

 

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