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La Universidad participa en el desarrollo de Planta de Biogas

Se trata de un trabajo conjunto entre la Universidad, la Municipalidad de La Heras, la Empresa Mendocina de Energía (EMESA) y la empresa Tecnologías y Servicios Ambientales (TISA).

02 de diciembre de 2016, 13:07.

imagen La Universidad participa en el desarrollo de Planta de Biogas

El proyecto busca, a partir de los residuos urbanos depositados en El Borbollón de Las Heras, producir energía eléctrica en base al gas metano que emane del basural, como resultado del trabajo que realizan los investigadores de la DETI. La misma será inyectada en el Parque Industrial y Minero Eje Norte (PIMEN). 

La ingeniera Susana Llamas, Directora del Instituto de Medio Ambiente (IMA), explicó en qué consiste la participación de nuestra Facultad en la Planta de biogas, único proyecto de este tipo en el país: “Lo que vamos a hacer es modelar en el laboratorio distintas relaciones de efluente líquido tratado, de distintas concentraciones, para ver cuál de ellas es la que mejor estimula la producción de biogas”. Y agregó: “nuestro trabajo de investigación es encontrar la mejor combinación, que produce la mayor producción de biogás en el menor tiempo posible. Eso es lo que después se va a llevar al prototipo que está en El Borbollón. El tener más biogas es poder optimizar la potencialidad del residuo solido urbano para que, a través del sistema de compresión y de micro turbinas, se genere energía eléctrica”.

En esta iniciativa participan varios de los grupos del IMA, entre los que se encuentran: el Centro de Estudio de Ingeniería de Residuos Sólidos (CEIRS), el Laboratorio de Efluentes Líquidos, el Grupo de Estudio y Tratamiento de Aguas Residuales (GESTAR) y el Laboratorio de Análisis Instrumental.

El éxito del proyecto permitiría, según la especialista, que la experiencia se repita en el oeste del país, donde existen condiciones semidesérticas y de aridez similares a las de nuestra provincia  para el desarrollo de efluentes líquidos destinados a la producción de biogas.

En este contexto de alcance, Llamas hace hincapié en el valor de la participación de investigadores, graduados y estudiantes: “no solo es importante el poder participar, el poder hacer una investigación de este tipo en un laboratorio a escala natural, a poca distancia de Mendoza; sino también la formación de recursos humanos, que es valiosísimo y prioritario para la universidad”. 

Economía circular

La ingeniera Susana Llamas afirma que proyectos como estos muestran un cambio de paradigma ya que “en las primeras épocas nadie se ocupaba de los residuos porque no los veíamos y con el correr del tiempo se empezó a ver que había acumulación de basura, materiales  que no se degradaban naturalmente y se optó por la decisión sanitaria y estética de enterrar”. 

De esta manera la economía circular, expone la experta, implica una concepción global del ciclo del residuo, en el que los materiales se pueden recuperar y reutilizar tantas veces como sea posible. Por lo tanto, si se organizan los sistemas de gestión de manera tal que se evite la llegada de materiales para ser enterrados, que se aprovechen antes - como lo plantea el proyecto, a través de la utilización de su potencial energético- estamos llevando a cabo, asegura la especialista, gestiones más inteligentes.

 

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