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La Facultad de Ingeniería fortalece las transiciones socio-tecnológicas del Secano Lavallino

El proyecto tiene como objetivo el autoabastecimiento tecnológico en la comunidad. Desde 2015 complementa su innovadora experiencia con el servicio social de la Fundación Vivencias Argentinas.

29 de agosto de 2018, 19:56.

imagen La Facultad de Ingeniería fortalece las transiciones socio-tecnológicas del Secano Lavallino

El proyecto “Transiciones socio-tecnológicas: agua y energía. De las tierras secas a las tierras altas”, desarrollado por el Área de Articulación Social e Integración Educativa Gustavo Kent de la UNCuyo, surgió en 2015 por iniciativa de un grupo de docentes y estudiantes de la Facultad de Ingeniería. Su objetivo fundamental es analizar, propiciar, mejorar y guiar instancias de cambio socio-tecnológico a nivel comunitario, sobre todo en contextos de poblaciones aisladas del Gran Mendoza, en torno a temas críticos como el acceso a la red energética y al agua en comunidades desfavorecidas.

Los precursores de esta labor social son Pedro Baziuk, coordinador del proyecto, y Duilio Calcagno, codirector del proyecto. Baziuk es doctor ingeniero, docente de las cátedras Física I de las Ingeniería y Física Aplicada de la carrera de Arquitectura y vicepresidente de la Fundación “Vivencias Argentinas”; y Duilio Calcagno, profesor de historia y  miembro del Instituto de Capacitación Especial y Desarrollo de Ingeniería Asistida por Computadora (CEDIAC). Ellos se propusieron sintetizar las distintas experiencias que lleva adelante la fundación, desde su cara solidaria de asistencia, con una serie de inquietudes respecto a cambios tecnológicos desde una mirada más comunitaria, con aportes académicos.  

Desde entonces, la propuesta fue canalizada a través de los Proyectos Mauricios López, que a partir de este año, y durante el próximo año y medio, cuenta con la acreditación del Programa de Inclusión Social e Igualdad de Oportunidades de la UNCuyo. Instancia que ha permitido un creciente número de interesados y voluntarios que se han dedicado a  aplicar sus conocimientos multidisciplinarios, optimizar los recursos y solventar en gran parte los problemas energéticos que actualmente se presentan en el Secano.

De esta manera, se decidió trabajar y hacer foco en el área de El Retamo, una  localidad rural ubicada en el distrito de San Miguel, donde habitan alrededor de unas 75 familias. Es así que, a partir de 2018 se abarcan diez puestos -los cuales constituyen la unidad económica y familiar de la zona- que se encuentran alejados del Centro Urbano, con el fin de proveerlos de paneles solares que le permitan autoabastecerse de esta tecnología, ya que se encuentran imposibilitados al  acceso de la red energética unifilar.

Trabajos que se llevan adelante

En la actualidad, el equipo realiza un relevamiento de los dispositivos solares que no han tenido mantenimiento en los últimos siete años y, a la vez, instruyen a los habitantes en corroborar el adecuado funcionamiento del panel para que les garantice el máximo aprovechamiento de la energía disponible. Al mismo tiempo, evalúan y analizan futuras instalaciones de paneles en otros escenario, con la expectativa de que su funcionalidad y beneficio sea semejante en todos los casos.

Por otro lado, se continúa con la implementación de estufas rocket en las viviendas,  las cuales consisten en un sistema eficiente para calefaccionar a leña, que transmite calor mediante la conducción de aire caliente a través de una cámara de combustión simple a alta temperatura, que contiene una chimenea vertical aislada.

Las mismas necesitan de fuegos cortos, entre 2 o 4 horas al día, y calientes que generan mucho calor, haciendo circular los gases por el cuerpo de la estufa, de modo tal que su especial diseño permite recuperar hasta el 80% del calor generado durante la combustión;  es decir, devuelve el calor lentamente bajo forma de radiación a lo largo de 12 a 24 horas. A la vez, tiene un impacto directo en el cuidado del medioambiente, ya que reduce la cantidad del uso de leña, en relación a un calentador convencional, y la emanación de humo casi por completo, como la expulsión de dióxido de carbono.

De boca en boca: trabajo multidisciplinario

“La riqueza del proyecto y del grupo nos llevó a un ensamble multidisciplinario muy especial, nos permite  combinar las expectativas académicas con las personales, es un voluntariado que nos abre las puertas a distintas experiencias. Ambos espacios brindan un servicio a la comunidad, por eso es necesario fortalecerlas y hacerlas crecer en igualdad de condiciones”, coincide Claudia Erdozain, estudiante de Arquitectura, y Fernando Perulán, estudiante de Ingeniería en Mecatrónica; miembros del proyecto.

La convergencia entre lo académico y la trayectoria de Vivencias Argentinas permitió la formación de un equipo de trabajo multidisciplinario, que hoy cuenta con más de cien voluntarios; y en muchos de los casos llegan por el “de boca en boca” de sus colaboradores.  “El proyecto se hace cada vez más amplio y fuerte, se conjugan y retroalimentan los participantes de la Facultad de Ingeniería con quienes desarrollan distintos trabajos en la Fundación desde el año 2000, o bien, con quienes por iniciativa propia desean sumarse a esta travesía social”, cuenta Baziuk.

Cada miembro aporta e introduce los conocimientos propios de su ciencia, de sus técnicas y estrategias; mientras que habitantes y referentes de la comunidad aportan su historia, plantean  sus problemáticas, de los hechos vividos, de las condiciones materiales y avances en sus viviendas; como su saber tradicional, propuestas e iniciativas. Lo que hace posible un mayor acercamiento a la realidad social del lugar, para así generar nuevas ideas o proyectos,  mediante una comunicación horizontal, que permite integrar educación, investigación y acción.

Esta majestuosa trayectoria comunitaria tiene como perspectiva extender y replicar la  misma metodología (por una fuerte iniciativa de los miembros de la Fundación) al distrito de Uspallata, donde existen vínculos previos con pobladores del lugar, lo que posibilitará el desarrollo de un proyecto de similares características. Así, efectuar un diagnóstico de la realidad social que presenta y luego poder compararla con lo que se ha llevado adelante en Lavalle o otras comunidades que presentan condiciones semejantes.

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